Entrevista a Bernardo Toro. La Voz del interior. 9 de agosto 2009

Domingo 9 de agosto de 2009

Entrevista a Bernardo Toro, ex consultor de Unicef

«El modelo de la escuela lleva a la no cooperación»

El pensador colombiano cree que sin fomentar el trabajo en equipo no se pueden tener ciudades seguras, productivas y confortables. Cuenta la exitosa experiencia de Bogotá.

Edgardo Litvinoff
De nuestra Redacción
elitvinoff@lavozdelinterior.com.ar

Bernardo Toro vive en Colombia. Es uno de los más importantes pensadores de educación y democracia en América latina. Fue consultor de Unicef y el Banco Mundial. Su labor fue clave en el diseño y la implementación del plan Bogotá Cómo Vamos, que hace 10 años transformó a una de las capitales más inseguras y deterioradas del continente, en un modelo de ciudad para vivir. Este programa –que también se implementa en San Pablo– implica un ejercicio ciudadano de seguimiento periódico y sistemático de los indicadores que miden la calidad de vida, en su sentido más amplio. Las decisiones se toman con el consenso de especialistas y representantes de cada uno de los sectores que construyen la ciudad. Y parece dar resultado.

Toro estuvo en Córdoba para brindar charlas como asesor de la Fundación Avina, que apoya estos procesos en diversas ciudades del mundo. Llegó en medio del debate por la reciente experiencia de separación de residuos en Córdoba.

–¿Por qué tanta resistencia a ejercer una mínima responsabilidad ciudadana?

–Mi generación, que nació en el campo, llegó a un lugar llamado “la ciudad”, que era sólo un lugar donde vivir. Es distinto a tener una cultura urbana. Durante muchos años fueron ciudades para grupos muy pequeños y en los 60’ empezó el gran proyecto de urbanización. Llegamos masivamente a poner una casa sin que existiera el concepto de ciudad. Como categoría mental, esa idea apenas se está conformando.

–¿Es un proceso natural?

–Cuando no hay visión de ciudad usted tiene un comportamiento privado, no público. Si no logran mostrarle que los bienes públicos tienen beneficios privados e íntimos, la gente no va a entender por qué una autoridad de afuera se mete en su casa. Lo que aprendimos en Bogotá es que si la gente no descubre el valor de lo público, es muy difícil cambiar el comportamiento.

–¿Cómo influye en esa percepción la forma de comunicar estas políticas? Por ejemplo, en el caso de separar residuos.

–Los sectores populares no producen tanta basura. Porque todo se reutiliza. La basura es más visible en sectores socioeconómicos más altos. Por eso la comunicación tiene que ser muy segmentada. Los comportamientos de reciclaje requieren poder económico. ¿Cuántos argentinos pobres invertirían en comprar bolsas de basura distintas? No lo harán. Conocemos muy poco de nuestra antropología urbana. Pero la gente, cuando entiende, tiene una capacidad increíble de actuar. En Bogotá estaban seguros de que el revalúo inmobiliario voluntario no funcionaría. Pero la mayoría lo hizo, y sobre esa base se confeccionó el impuesto. Se entendió la importancia de tener una ciudad financiada.

–¿Cómo puede ayudar la escuela en estos procesos?

–Uno de los obstáculos más grandes es la forma en que concebimos la inteligencia. La vemos como un bien privado, como un bien “guerrero”. La clave es cómo pasar de la inteligencia guerrera a la inteligencia altruista. Todo papá piensa en tener un hijo con alto coeficiente intelectual, alto nivel educativo y altos ingresos. Esas son las variables del éxito. Pero nadie piensa en tener un hijo con inteligencia cooperativa, con posibilidad de hacer amigos y con persistencia en los propósitos, que son las variables de la felicidad.

–Pareciera que estamos lejos de eso…

–El modelo de inteligencia que usa la escuela lleva a la no cooperación, porque lo que busco es vencer al otro, ser el mejor estudiante, obtener la mejor calificación. Aprendo a no pedirte favores, a no decirte “no sé”. Entonces no pregunto. Cuando me preguntan trato no de mostrar apoyo, sino superioridad. Al contrario, la inteligencia altruista parte del supuesto de que la inteligencia es insuficiente y por lo tanto necesito del otro, de que es mejor aprender en grupo. Y cuando se es capaz de pedir apoyo se generan vínculos, confianza. El modelo educativo que tenemos hace que las propuestas colectivas se vean obstaculizadas.

–¿Cuáles son los países que lo lograron?

–Los que lograron pasar de sistemas directivos de enseñanza de clase magistral a sistemas cooperativos y de aprendizaje en grupo. Cuando Bill Clinton asumió la presidencia, preguntó por qué Estados Unidos no era el país más productivo del mundo, siendo que disponía de todos los medios para ello. Pero estaba debajo de Francia, Alemania o algunos países asiáticos. Los asesores concluyeron que la variable que mejor explica la productividad de un país es el enfoque pedagógico en la primaria. Y en los primeros países el modelo es de trabajo cooperativo. Trabajan para que el grupo tenga éxito.

–¿Cree que en la sociedad argentina existe una base para ese proceso?

–¿Por qué los argentinos se castigan tanto? Fue el primer país, después de Uruguay, que tuvo un sistema educativo completo, cuando los demás apenas estábamos tratando de armarlo. Tuvieron la sociedad mejor alimentada de América latina y que fue capaz de alimentar a Europa. Hay un camino recorrido. Todo eso está. La que tiene más chances de ser una súper ciudad es Buenos Aires. Lo va a lograr San Pablo primero, porque allí renunciaron a seguir echándose culpas…

–¿Cómo fue eso?

–Juntaron a todas las elites, entendidas como grupos o personas cuyas decisiones pueden modificar el comportamiento de grandes sectores de la población. Bogotá reunió a los banqueros, a los comerciantes, a los vendedores ambulantes, a las prostitutas, a los taxistas, a los inmigrantes, a contrabandistas. Cuando están todas las elites sentadas, cualquier decisión que se toma, se cumple. Es tan fácil que asusta. Pasa que hay muchos que creen que pueden cambiar la ciudad por sí solos. Pero resulta que la hacen todos: ricos, pobres, negros, blancos, artistas, ladrones… todos. Una ciudad como Córdoba tiene todo para hacerlo, pero debe sacarse las cucarachas de la cabeza.

1 comentario en «Entrevista a Bernardo Toro. La Voz del interior. 9 de agosto 2009»

  1. It is a wish of every student to lead a comfortable life in future.and that is why they work hard day and night so that they may good grades at the end of the exam. There is a group of student who studied even midnight this is not the right thing from my own point of view bearing in mind that our body works and check out this site. 

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